25/1/15

LA MATANZA DE ATOCHA.-

Han pasado treinta y ocho años de aquella barbaridad, el asesinato a sangre fría de los abogados laboralistas en Madrid y ninguno hemos podido olvidar la tragedia y lo que supuso.
Cuando la noticia llegó a Logroño las centrales sindicales, todas en la más pura y dura clandestinidad, se reunieron de inmediato. CCOO, UGT, CSUT, SU y CNT, todas las centrales de clase. Todos sabíamos muy bien lo que significaban los abogados laboralistas para los trabajadores y la transcendencia del crimen y el pulso que nos estaba echando el franquismo en sus últimos estertores….decidieron por unanimidad y a iniciativa de CCOO, en torno a cuya organización nos unimos todos como una piña, emitir un comunicado condenando el brutal atentado pero conminando a la ciudadanía a mantener la calma y confiar en que la policía y la justicia aclarasen el caso y detuviese a los culpables…y se hizo porque el ambiente clandestino se calentó como nunca antes lo había hecho…pero no porque tuviese nadie la más mínima confianza en ello.
Quedamos en repartir el comunicado por toda la ciudad y previa reunión en la explanada que era el antiguo campo de las Chiribitas, se organizaron los grupos de reparto y se distribuyó el comunicado de forma masiva.
Nosotros éramos tres, una chica de CCOO que trabajaba en Estambrera, Alberto Vidal por la CNT y yo por UGT; casualidad que nos tocó la zona centro y empezamos por Jorge Vigón con nuestras cinco mil cuartillas, cuando a la altura de Carmelitas había aparcados seis jeeps llenitos de policías antidisturbios, patrullando a pie de calle. Tuvimos que sujetar de la cazadora a la chica de CCOO porque nada más verlos arrancó con un sprint envidia de cualquier velocista…paradójicamente no nos dijeron nada y pasamos ante ellos (temblando) pero repartiendo panfletos de la forma más natural.
Fue allegar a la esquina con vara de Rey cuando nos detuvo un ¡¡¡sargento de la policía municipal!!! …y tras hojear una de las cuartillas nos comunicó que estábamos detenidos y que le acompañásemos al gobierno Civil. Habíamos quedado en que Alberto y yo asumiésemos la responsabilidad del reparto y yo la propiedad de la propaganda caso de que esto sucediese…
Ya en el Gobierno Civil y tras el informe y el primer atestado, al hacerme cargo de todo el material me trasladaron al primer piso para interrogarnos…no sé quién estaba más sorprendido si los dos policías que me interrogaron o yo, porque les dije que era farmacéutico, que regentaba una farmacia (señalándola a través de las cristaleras de las ventanas) a pocos metros de allí mismo, y que pertenecía a UGT, a su federación de Sanidad…se miraron entre sí y preguntaron quién me había dado la propaganda y lo soslayé diciendo que ese comunicado era una acuerdo entre Centrales, que lo habia leído, me había parecido muy razonable ante la gravedad de lo ocurrido y que asumía todo lo que en él ponía …temblábamos los tres, yo porque ya había pasado por detenciones en Pamplona y había comprobado la violencia en primera persona y ellos dos porque me imagino que tener a un licenciado en farmacia, titular de una en la ciudad no les cuadraba ni hostias ( lo dijeron)…creo que estaban por soltarme hasta nuevo aviso pero el inefable Comisario Colmenero (al que echaron años después por avisar a los bares de prostitución de las inminentes redadas en busca de menores y extrajeras ilegales víctimas de la trata de blancas) dijo que sus cojones mandaban (lo oí con meridiana claridad) y que quedábamos detenidos para ser llevados ante el juez a la mañana siguiente…
Cuando entregas todos tus objetos a un policía nacional, te quitan los cordones de los zapatos y el cinturón te sientes muy poca cosa…
Cuando entras en una celda y oyes cerrarse la puerta tras de ti se te quiebra la moral…
Cuando ves como traen agarrado de la melena a un chaval de Juventudes socialistas a hostia limpia te agarras a los barrotes de la mirilla y ordenas que lo suelten, no te reconoces …pero ves que te hacen caso…
Cuando te amenazan con entrar y romperte la cara de un mamporro das un paso atrás y piensas que callado estás más guapo…
Allí, en un sucio calabozo fue pasando la noche y arrebujado en mi trenka no podía apartar el mismo pensamiento de mi cabeza…miedo? El normal …suponía que el juez nos soltaría si no nos sacaban antes los compañeros y recuerdo el frío y los abogados muertos…¿pero qué mierda de régimen era ese que no podías ni pedir calma cuando nos estaban matando a tiros?...
Vinieron los secretarios generales de las centrales a vernos, imagino que para comprobar si nos habían inflado a hostias y seguimos enel trullo…
A las seis de la mañana nos comunicaron que nos sacaban, nos devolvieron nuestras pertenencias y cuando ví la cara de Cosculluela nos sonreímos y en la calle contemplamos la ovación de bastantes sindicalistas que nos estaban esperando al lado del Ibiza, creo que fue el único aplauso en aquel día de negro luto para todos…
Fui a casa me duché y fui a trabajar a la hora de siempre con el mismo pensamiento:
“Tiene cojones!...ellos matan y andan por ahí celebrando su criminal hazaña…yo pido paz y que no haya venganzas y me encierran”

…hoy, treinta y ocho años después, acaba de sacar una ley el Gobierno donde a cualquiera le puede suceder lo mismo que a mí entonces y la gente parece que no se da cuenta …¿para eso nos la jugamos entonces?...no lo sé, los fascistas no han cambiado

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