LAICIDAD Y MILITANCIA

La foto a algunos les va a decir algo porque ya tiene unos años, al fin y al cabo, es de una concentración contra la Otan cuando el laicismo era algo obvio dentro del Partido Socialista. Era la palabra que le faltaba a la primer parte de nuestra ponencia para el Congreso Regional. Y laicidad no es menos procesiones y más presencia en algunas manifestaciones (por ejemplo con los compañeros de Marrodan Y Rezola). El laicismo es una actitud ante la sociedad cuando se trata de actuar políticamente. Y es una postura activa que deja claro que para cambiar las cosas y redistribuir riqueza y avanzar todos, hay que contar con la gente y su entramado social. Las conviciiones de origen espiritual o religioso son tan respetables como pertenecientes a la esfera de la intimidad y se respetan en la medida que afectan a la libertad de cada cual y no invaden la del vecino. Esto, que parece obvio y antes lo era, lo ha tenido que poner entre sus objetivos el Congreso Federal. Es la traducción de que es preferible una Alianza de Civilizaciones que una guerra de Religiones. Y cuando digo que requiere una postura activa, recuerdo a nuestras Secretarías de Igualdad que, por ejemplo, en el Cónclave para la elección de Papa lo único femenino que hay es la urna y que en el mundo islámico más fundamentalista la mujer tiene cercenados todos sus derecho y sobre esto no se ha abierto la boca y son dos religiones que tenemos ahora mismo en nuestro país con un alto nivel de influencia y de imposiciones.
Y nuestra militancia, que se asienta en los derechos de igualdad y libertad, tiene que llevar esa forma de actuar y penetrar en el tejido social. Hoy me parece que la militancia, a tenor de las opiniones de algunos, está un poco equivocada. El socialista milita en su puesto de trabajo. En su despacho, en su tajo, en su consulta,en su estudio, en su fábrica, en su trabajo en la tierra o en cualquier puesto dependiente o autónomo. Y por supuesto en su trabajo sindical, es imposible que un socialista lo sea si no tiene la misma faceta asociativa con sus compañeros de clase o de profesión en un fin reivindicativo para mejorar las condiciones de todos. Y claro que se milita aportando ideas sectoriales en el partido. eso además... pero algunos parece que confunden la idea de militancia con acudir a las respectivas sedes a ver qué hay de lo suyo...y aplaudir incondicionalmente al dirigente político de turno y acabar todos ellos encantados de haberse conocido.
Podemos penetrar en el entramado social, de hecho muchos están, en sus profesiones,en sus trabajos, en su militancia con el ejemplo diario de austeridad, esfuerzo, opinión política y escuchando a la sociedad en la que trabajan. Y a ese mundo tenemos que llegar, mantener nuestros principios de igualdad, que no significa uniformidad, sino trabajar codo con codo con nuestros simpatizantes, amigos y votantes. Llegar a la opinión de la gente no es fácil pero la auténtica militancia consigue más que comunicados, declaraciones y bloqueos y propagandas de la derecha.
En esa foto están algunos de los que, dos años después, con una décima parte de la actual militancia, ocupaban los cargos que nos dio el pueblo riojano consiguiendo la mayoría absoluta.Militaban, en el partido, en la UGT y en sus respectivos trabajos...y,por supuesto,en la calle... y la gente nos creyó.
Podemos volver a hacerlo de nuevo